viernes, 3 de diciembre de 2010

Fin del cuento.

Esta vez se ha acabado, justo en el momento en el que ella quería terminar. Pensó el día, pensó que le iba a decir y así lo hizo. Él fue soltando mas mentiras mientras ella hablaba, pero de poco sirvieron, ella ya tenía claro lo que quería hacer. Así que solo le quedan ya los recuerdos, noches que parecían eternas mientras estaban juntos. Y si, esa misma noche ella se fue a aquella calle, donde unas semanas antes allí solo estaban los dos y un coche demasiado perfecto, en ese momento a ella se le pasaron miles de cosas por la cabeza mientras paseaba por esa calle, cosas bonitas, momentos que ya no se iban a repetir, palabras que tampoco las volverá a escuchar decir de ese chico. De repente se puso a llorar, lloraba porque nunca se había dado cuenta de que todo lo que él le había dicho se lo había creído, lloraba al pensar que todo era mentira, en ese momento ella solo quería irse lejos, marcharse, o buscar al tipo que últimamente le sacaba sonrisas y quedarse toda la noche junto a él... Pero no, no hizo nada de eso, no merecía la pena porque ese otro tipo no sabría que decirle. Ella se secó las lágrimas, se hizo la valiente una vez más, siguió caminando, desapareció entre la oscuridad y poco a poco llegó a unas calles en las que había luz, es decir que terminó en su casa y estudiando historia, haciendo como que nada había ocurrido.

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